17M

El 2012 estaba consignado como el año de la retracción. Los 17M tenían conocimiento de esta situación y comenzaron a registrar la mayor conflagración, con el propósito de determinar el punto geográfico asediado y condenado al retraso inminente. Todas las herramientas de información y comunicación se concentraban en el extremo oriente del Mediterráneo, sindicando a Siria como el objetivo de los señores de la guerra. Así, Plantea G daba el punto donde le asestaban el último golpe, antes de la gran alineación de los astros.

Los movimientos GEO POLITOSFEROS CASTRENSES se hacían evidentes, pero las informaciones mantenían un sesgo de manipulación. El gobierno imperante, en el país atacado, era presa de una orquestada acción extranjera; no obstante, solo unos pocos páramos digitales de información sindicaban a los provocadores.

En el resto del orbe y en el interior de las comunicaciones de la nación de los 17M, la sindicación de los sublevados contrarios al gobierno Sirio, se referían a ellos como revelados. El ordenamiento obligaba a ver con un mejor escrutinio los sucesos de este país del medio oriente; atacado sin piedad, infiltrado y con una misión totalmente inequívoca para su población: Defender a la Patria de la invasión extranjera.

Estaba claro como se tenían que comenzar a reordenar los blindajes en la patria de los 17M. Como principal acción se debían cablear, por completo, las comunicaciones de los procesadores, servidores y hosteo; además, los RNDD tenían que tener baterías de litio para enfrentar una potencial desconexión de las fuentes continuas de energía. Por una parte, las comunicaciones digitales por aire, podían ser desbaratadas eliminando antenas o desconectando satélites. El otro punto a soslayar era el clásico y rutinario desbaratamiento de las fuentes de un territorio en asedio.

Estaba claro para Cador y Critor que el futuro sería escrito por quienes mantuvieran una máxima para el futuro: Almacenamiento y resguardo de las decantaciones de la población, para una ulterior administración. Siendo así, el cuidado y localización del máximo talón de la era digital no tenía forma de ser obviado.