Ya se había quebrado todo el sistema implantado en el planeta y la RM se resentía, hasta no poder más; sin embrago, el andamiaje estaba preparado para hacerle frente a cualquier golpe que los llevara al debacle. Se contaba con retrocohetes si el deslizamiento hacia el quebrante era evidente y lo instaurado, en la normalidad, no lograba hacer frente al escenario adverso.
Los 17M tenían en sus estratagemas los números: Series de guarismos
que debían torcer los acontecimientos particulares si es que se lograban fijar, sin barreras ni contraposiciones, en la mente de sus seguidores...
El orden de los números ya estaba localizado, y pasaba a ser fijado para que las mentes volubles y apáticas se mantuvieran fijas, mientras se desempeñaban por el bienestar y mejoramiento del todo, hasta su gran evento, el planeta.
Entonces, debían comenzar trabajando en el procrastinar para la eliminación de los problemas, remando a los inconscientes a la voluntad, perseverancia y determinación. El optimismo, enfoque y procesamiento de la información ya era tema laboral estatal, militar y dogmático.
Siendo así, los 17M tenían que estar ahí viendo, velando y asegurando que los pasos se estaban dando, en sus áreas de acción. Obviamente, la edu…
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